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El segundo día del Foro Regional estuvo conformado por tres talleres donde los participantes del evento colaboraron grupalmente para debatir y reflexionar sobre cómo enfrentar la crisis de aprendizajes en la región. El tercer taller, moderado por la asesora en política educativa y ex ministra de Educación de Ecuador, Monserrat Creamer, ahondó en la aplicación de políticas docentes.
El objetivo del bloque fue analizar este tipo de políticas para entender su incidencia en la mejora de aprendizajes, así como establecer recomendaciones para lograr un impacto positivo y duradero. Se establecieron cuatro dimensiones que influyen en su implementación: el desempeño docente, la articulación, el contexto y la sostenibilidad.
Dentro de la esfera del desempeño, se señalaron diversas necesidades en lo que refiere a formación: establecer estándares para homologar calidad, acreditar programas, certificar docentes y conformar redes de formación. Además, se observó la importancia de buscar la adaptación al cambio de cara al futuro, actualizando los currículos y la formación de docentes. También se destacó la importancia de hacer un seguimiento en la implementación de cursos y de fortalecer el rol de los equipos de inspección y supervisión. En cuanto a la evaluación y valoración docente, se decidió primordial promover la retroalimentación para mejorar prácticas, motivar el reconocimiento con base en logros educativos y robustecer la formación de los equipos directivos. Paralelamente se mencionó la incidencia de establecer salarios con base en mecanismos flexibles y multifactoriales, así como ofrecer oportunidades de ascenso.
Para abordar la articulación, los participantes consideraron que se debe fortalecer la sinergia entre las políticas educativas y su articulación sistémica, compatibilizar los planes de estudio de los diferentes niveles y establecer modelos de gestión que fortalezcan los vínculos familia-escuela. Retomando el rol del contexto, se sugirió promover políticas y estrategias flexibles y trabajar para una formación docente basada en trabajo comunitario y con prácticas en contextos reales. En relación con el último eje, la sostenibilidad, los presentes consideraron fundamental contar con capital financiero asignado mediante acuerdo entre las partes involucradas, y crear mecanismos de financiación.