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La importancia de los SIGED para la Educación en Situaciones de Emergencia (EeE): la experiencia de Ecuador
Galo Mauricio López Lindao, Director Nacional de Análisis e Información Educativa del Ministerio de Educación de Ecuador, destaca la importancia del apoyo de la oficina de la UNESCO en Quito y del IIPE UNESCO para abordar los desafíos educativos.
La importancia de los SIGED para la Educación en Situaciones de Emergencia (EeE): la experiencia de Ecuador

El cambio climático amenaza la vida en la Tierra tal como la conocemos. Se estima que cada año cerca de 2,1 millones de niños y niñas en la región se ven afectados por desastres naturales (UNICEF, 2020), y que aproximadamente 7 millones de personas están siendo desplazadas. En este panorama, resulta fundamental contar con sistemas de datos sólidos, a fin de comprender mejor las maneras en que los contextos de emergencia afectan los sistemas educativos. La experiencia de Ecuador en la implementación de estos sistemas es un ejemplo inspirador que demuestra que contar con datos sólidos puede ser un elemento distintivo para la educación en situaciones de crisis.

El desafío

Ecuador enfrenta un desafío significativo: la dispersión de datos en múltiples sistemas de información del Ministerio de Educación. Esta fragmentación dificulta dar respuestas eficaces ante situaciones de emergencia. La necesidad de unificar y consolidar sus bases de datos era evidente para mejorar la toma de decisiones y la formulación de políticas educativas, por lo que contar con un diagnóstico en el que se visibilizó la problemática y sobre el cual se trabajó para establecer la hoja de ruta con actores y responsabilidades, se constituyó en el primer gran paso para caminar hacia un sistema de información que permita dar una respuesta educativa más acertada, sobre todo en contextos de emergencia.

Una solución innovadora

Según relata Galo Mauricio López Lindao, Director Nacional de Análisis e Información Educativa del Ministerio de Educación de Ecuador, la colaboración con el IIPE UNESCO y UNESCO Quito fue crucial para superar este desafío. "A partir del diagnóstico realizado, encontramos varios sistemas que producían información nominal valiosa. En una jornada de trabajo en Quito junto con más de 20 representantes de distintas áreas gubernamentales, hemos discutido diferentes estrategias para abordar las brechas de datos identificadas, así como los roles y responsabilidades para la implementación. Esto nos permitió definir una hoja de ruta para avanzar hacia un sistema de información educativo más articulado”, explica Galo.

Este proceso no fue sencillo, pero los resultados fueron transformadores. El proceso ha mejorado significativamente la coordinación y la comunicación entre los diferentes actores y áreas involucradas en la producción de datos de emergencia, aunque se están realizando ajustes continuos para optimizar aún más los mecanismos de coordinación. 

La interoperabilidad de los sistemas permitirá no solo la consolidación de datos, sino también la creación de una infraestructura robusta para la gestión educativa en situaciones de emergencia. La articulación entre diferentes instituciones fue un pilar fundamental en este logro. "Cada institución pública que desea conectarse y compartir información lo hace a través de acuerdos de confidencialidad o excepcionalidades, con un enfoque claro en la utilidad de los datos para la toma de decisiones", añade Galo.

Impacto y resultados

Hasta ahora, la iniciativa ha mostrado mejoras notables en los procesos de recolección y análisis de información en Ecuador. Sin embargo, el proyecto sigue avanzando, con planes para optimizar y expandir el sistema en las próximas etapas. La capacidad de identificar a los estudiantes de manera uniforme en todos los sistemas permitió una gestión más eficiente de la información, lo que se tradujo en políticas públicas más efectivas y centradas en el bienestar de la población.

Diogo Amaro, especialista del IIPE UNESCO que colaboró en el proyecto, destaca la importancia de la uniformidad en los identificadores: "Propusimos que todos los estudiantes tuvieran un único identificador a través de todos los sistemas. Esto simplificó enormemente la gestión de datos y mejoró la calidad de la información disponible para las autoridades", explica.

Algunas conclusiones y próximos pasos

La historia de Ecuador demuestra cómo un enfoque estratégico en la gestión de datos puede ser de gran utilidad para la educación en situaciones de emergencia. Los SIGED no solo ofrecen soluciones a corto plazo, sino que establecen un marco duradero para la mejora continua de los sistemas educativos. 

Los próximos pasos incluyen avanzar en la hoja de ruta para resolver los datos faltantes identificados y avanzar hacia un mecanismo de coordinación eficaz que permita armonizar los diferentes esfuerzos y alcanzar consensos en torno a las responsabilidades en relación con la producción y el uso de datos de EeE. Gracias a la unificación de datos y la interoperabilidad entre instituciones, Ecuador ha logrado fortalecer su capacidad para enfrentar las crisis, cooperando así con la ampliación del derecho a una educación de calidad para todas las personas, incluso en los momentos más difíciles. 

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