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"Mi vida cambió radicalmente desde el primer día que pisé la universidad": Valentina Carrillo y su contribución a la transformación educativa
Emigró con 17 años en busca de una oportunidad para estudiar en la universidad. En 2023 fundó Jóvenes Migrantes XDS (por el Desarrollo Sostenible), una organización universitaria que busca garantizar los derechos de niños, niñas y jóvenes migrantes.
"Mi vida cambió radicalmente desde el primer día que pisé la universidad”: Valentina Carrillo y su contribución a la transformación educativa

Un bolso mediano con una muda de ropa, el dolor en el pecho por dejar atrás amigos, amigas y familia. Hacia adelante hay miedo, pero también está el futuro y la posibilidad de cumplir sus sueños.

Valentina Carrillo, fundadora de Jóvenes Migrantes por el Desarrollo Sostenible (XDS), partió con 17 años desde Valera, una ciudad al oeste de Venezuela, buscando una oportunidad para iniciar sus estudios universitarios.

Durante su último año en la escuela, se preguntaba: “¿qué va a ser de mi vida?”, en un contexto donde la universidad no era una opción para ella. Así fue como comenzó a trazar su plan: “me iré, trabajaré unos años, ahorraré dinero y luego regresaré a Venezuela para pagarme la carrera de grado”.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi 7,2 millones de personas venezolanas abandonaron su país en los últimos años. De ellas, 6 millones son acogidas por países de América Latina y el Caribe (2023). Aún así, las razones y características de la emigración no son homogéneas, sino que son diferentes según los perfiles socioeconómicos, las condiciones de vida y las intenciones a futuro sobre asentarse en el país de acogida o a seguir desplazándose (OIM, 2020).

En el caso de Valentina, su plan inicial no era trasladarse por varios países, pero sobre la marcha decidió hacerlo. 

Valentina Carrillo en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, Venezuela, a punto de tomar  su primer vuelo hacia Estados Unidos en 2016.
Valentina Carrillo en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar,    
Venezuela, a punto de tomar su primer vuelo hacia Estados Unidos en 2016.

La primera ciudad que la recibió como adolescente migrante fue Chicago (Estados Unidos). Allí estuvo tres meses, pero se dio cuenta que no iba a lograr desarrollar su proyecto de vida, que era ingresar a la universidad, por lo que decidió volver a Venezuela y luego migrar hacia Argentina.

Su tiempo allí tampoco fue fácil: no pudo ingresar a la universidad porque su título secundario necesitaba un sello de la institución donde se había graduado, y solo podía obtenerlo de manera presencial en Venezuela. Una vez más, preparó su bolso y reservó un pasaje de regreso a su país natal.

“Me enfrenté al mundo siendo aún una persona que no estaba preparada para eso”

Valentina Carrillo, fundadora de Jóvenes Migrantes por el Desarrollo Sostenible (XDS)

La experiencia de la migración es un determinante clave de la salud y el bienestar. Las personas refugiadas y migrantes siguen figurando entre las más vulnerables de la sociedad, y a menudo se enfrentan a la xenofobia, la discriminación, las malas condiciones de vida, de vivienda y de trabajo (OMS, 2023), afectando estas experiencias no solo su salud física, sino mental (ACNUR, 2022).

Luego de 3 países, 7 vuelos y 13.546 kilómetros, todo lo que sentía Valentina era angustia y frustración. Pero decidió darle una última oportunidad a sus sueños, y se encargó de conseguir la documentación necesaria para lograr regularizar su situación migratoria en su próximo país de acogida.

Así, emprendió un viaje a Chile por tierra que le llevó trece días: “teníamos que cambiar constantemente de bus, muchas veces era de noche, no conocías a nadie y podían no dejarte pasar las fronteras, podías perder la maleta o los pocos dólares escondidos”, recuerda. Cuando finalmente llegó a Santiago de Chile, pensó: “aquí me quedaré, aquí echaré mis raíces”.

Un puñado de esperanza

En Chile, ya siendo mayor de edad, logró regularizar su situación migratoria. Para este momento, había perdido 7 meses sin poder acceder a la educación superior. Valentina llegó a creer que su futuro estaba predestinado y que convertirse en profesional no era parte de él.

A fines del 2021, se topó con la universidad Alberto Hurtado “con un enfoque muy humanista y una marcada inclinación hacia la inclusión”, que ofrecía la Licenciatura en Trabajo Social, la carrera que anhelaba. Se acercó a la institución para explicar su situación, y allí le dijeron lo que esperaba escuchar hace 7 años: hay una vía de admisión para estudiantes extranjeros que presenten la documentación requerida. Ella la tenía.

“Cuando me dijeron eso, sentí que el futuro volvía a abrirse ante mí”, recuerda Valentina sobre ese día. “El acceso a la educación amplía los horizontes de la vida”, agrega.

Valentina pudo acceder y continuar sus estudios porque adquirió el beneficio de la gratuidad. El Estado chileno ofrece esta posibilidad a aquellas familias de menores ingresos, cuyos miembros estudien en instituciones que brinden este beneficio. Además, la persona beneficiaria debe tener nacionalidad chilena, o bien ser extranjera con permanencia definitiva (MINEDUC, 2021).

A partir de ese momento, comenzó un nuevo capítulo. Ya como estudiante universitaria, decidió trabajar por la transformación educativa y en 2023 fundó una organización de apoyo para migrantes junto con sus compañeros y compañeras. “Deseo regalarle a otras personas ese sentimiento de ilusión, metas y propósito”, reflexiona Valentina.

Jóvenes Migrantes XDS es una organización de la sociedad civil que apoya a niños, niñas y personas jóvenes migrantes y refugiadas para que puedan adaptarse en su país de acogida.

Hoy Valentina está a un año de recibirse de Trabajadora Social. En el marco de la organización que fundó, forma parte de la iniciativa "Trayectorias estudiantiles: Voces migrantes", un proyecto que, a partir del desarrollo de un informe basado en experiencias de su universidad, busca visibilizar las dificultades para ingresar a la educación superior que enfrentan las y los jóvenes migrantes en Chile.

Valentina Carrillo en el Foro de Niños, Niñas, Adolescentes y Juventudes de América Latina y el Caribe 2030, edición 2024. 

¿Qué hacer para garantizar el derecho a la educación de las personas migrantes?

Como activista por el derecho a la educación, Valentina señala la importancia de que los Estados cumplan con los convenios y compromisos internacionales, como el ODS 4 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. “Quedan seis años aún, los países deben tener la intención de cumplirla”, reflexiona. Además, considera fundamental conocer las necesidades de las niñeces de primera mano.

“Yo trabajo con niños y niñas, y sé que hay que tener la intención de transformación, porque no son un número, no son una carpeta, son personas que tienen derechos”

 Valentina Carrillo, fundadora de Jóvenes Migrantes por el Desarrollo Sostenible (XDS).

Para abordar eficazmente los problemas relacionados con la educación y la migración, Valentina destaca la importancia de formarse en movilidad humana. “Es esencial que las personas que se desenvuelven en la función pública estén capacitadas para atender las problemáticas de las personas refugiadas, migrantes y desplazadas de manera específica. Es crucial adquirir y poner en práctica habilidades adecuadas para trabajar con estos grupos que requieren protección especial", añade.

En esta línea, en el marco de la Ministerial de Educación Santiago 2024, Valentina participó con Mariana Clucellas, Coordinadora de Formación de la Oficina para América Latina y el Caribe del IIPE UNESCO, de un evento sobre movilidad humana. Este primer acercamiento con el IIPE UNESCO la llevó a colaborar durante el encuentro "Voces que inspiran: puentes entre la planificación y la acción en el ámbito educativo", donde junto con personas referentes en política educativa de ministerios y otras organizaciones de la sociedad civil, aportó al diálogo para promover la factibilidad y calidad de las políticas educativas en la región.

En el evento, Valentina destacó que "es fundamental reconocer cómo el acceso a una educación de calidad hace la diferencia en la vida de una persona. La educación salva vidas y te permite volver a confiar en tus capacidades".

Impulsar la educación de calidad: El ODS 4 y la Oficina para América Latina y el Caribe del IIPE UNESCO

El ODS 4 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas establece que la educación es fundamental para romper el ciclo de la pobreza, reducir las desigualdades, alcanzar la igualdad de género, fomentar la tolerancia y contribuir al desarrollo de sociedades más pacíficas. Para lograrlo, es crucial que la educación sea una prioridad para las naciones, adoptando medidas como la educación gratuita y obligatoria, aumentando el número de docentes, mejorando la infraestructura escolar e implementando la transformación digital.

En esta línea, la Oficina para América Latina y el Caribe del IIPE UNESCO, ofrece el curso especializado “Los desafíos de las políticas digitales en educación”, que brindará herramientas esenciales para diseñar e implementar políticas educativas que aprovechen el potencial de las tecnologías digitales para atender las necesidades y demandas de los sistemas educativos de la región.

  Para más información y postulaciones, ingrese en el siguiente enlace: bit.ly/4cJjjGL 

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