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Tres maneras de planificar la equidad durante el cierre de escuelas por el coronavirus
Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, y Suzanne Grant Lewis, Directora del IIPE UNESCO
Niña aprendiendo en casa

© Kate Holt

Tres maneras de planificar la equidad durante el cierre de escuelas por el coronavirus

Por Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO, y Suzanne Grant Lewis, Directora del IIPE UNESCO

 

Desde el cierre de escuelas y el confinamiento en el hogar hasta la prohibición de viajar, los países y municipios están intensificando los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus, COVID-19. Para la educación, las ramificaciones han dado como resultado un número sin precedentes de niños, jóvenes y adultos que no asisten a escuelas o universidades.

La UNESCO estima que, según la situación el 31 de marzo, 185 países han cerrado las escuelas a nivel nacional, lo que afecta a más de 1.500 millones de niños y jóvenes. Otros 11 países han cerrado las escuelas a nivel local.

En las semanas a venir, esto planteará importantes problemas en torno a la equidad: ¿cómo les irá a los estudiantes más vulnerables cuando se cierren las escuelas?

 

Entender los riesgos del cierre de escuelas para los más vulnerables

Las autoridades sanitarias de todo el mundo han considerado necesario el cierre de escuelas en el contexto de este virus de rápida propagación, tanto para frenar la propagación de la enfermedad como para mitigar los efectos en los sistemas de salud que no podrán hacer frente a un número potencialmente masivo de pacientes en estado crítico. En algunos contextos, el confinamiento se está convirtiendo no solo en un acto de solidaridad civil, sino en una medida imperativa para proteger la salud pública.

Sin embargo, el confinamiento y el cierre de escuelas suelen tener consecuencias más a largo plazo, especialmente para los más vulnerables y marginados, lo que amplía las disparidades ya existentes en el sistema educativo. Además de las oportunidades de aprendizaje perdidas, muchos niños y jóvenes pierden el acceso a comidas sanas, y se ven sometidos a tensiones económicas y sociales.

 

Planificar el cierre de escuelas prestando atención a la equidad

Es esencial tener en cuenta los riesgos de exacerbar las disparidades, y ya hay lecciones de la crisis mundial de COVID-19:

  1. Afrontar la brecha digital

Dado que, actualmente, muchos sistemas escolares están proporcionando modalidades de aprendizaje en línea mientras las escuelas están cerradas, es imperativo abordar la brecha digital para poder avanzar. Esto incluye analizar cuestiones relacionadas con el acceso, la preparación de los maestros y la comunicación entre la escuela y la familia. Antes y después del cierre de las escuelas, las asociaciones entre los sectores público y privado podrían ayudar a garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a la tecnología de la información, o a modalidades de radio y televisión que también son pertinentes en algunos contextos y que se han utilizado con éxito en situaciones de crisis.

Formar a los maestros para que puedan utilizar los sistemas de gestión del aprendizaje digital y la pedagogía del aprendizaje en línea –antes de las crisis– es esencial para pasar a una modalidad de aprendizaje en línea en tiempos de crisis. Sin embargo, para los maestros que se encuentran en territorio desconocido, es posible organizar una breve sesión de formación en vivo. Establecer líneas de comunicación entre los maestros y los padres antes de las crisis y mantenerlas mientras los niños aprenden en el hogar también es fundamental para apoyar a los niños más expuestos.

  1. Ofrecer comidas saludables más allá de las escuelas 

Las soluciones para llegar a los estudiantes que dependen de las comidas escolares también son importantes. Hay varias lecciones en el blog publicado ayer por la UNESCO sobre los enfoques adoptados por diferentes países. Las estrategias pueden incluir la movilización de autobuses escolares para entregar las comidas escolares o el establecimiento de asociaciones con los servicios de entrega de alimentos. Trabajar con las autoridades de la alimentación y nutrición para proporcionar comidas preparadas diariamente que puedan distribuirse por medio de entrega rápida por automóvil o a pie es otra solución ingeniosa que está siendo utilizada actualmente en San Diego, en los Estados Unidos.

  1. Preparar soluciones de aprendizaje inclusivo

Las autoridades educativas también deben tener especial cuidado en la planificación de las diversas necesidades de todos los alumnos durante los cierres de escuelas. Esto es de suma importancia para los estudiantes con dificultades de aprendizaje, que pueden tener dificultades para trabajar de forma autónoma y a distancia. Puede ser deseable mantener un mínimo de oportunidades de aprendizaje en el aula, con pequeños grupos de alumnos con necesidades especiales. También puede ser necesario proporcionar un aprendizaje individual directo en línea mediante breves sesiones diarias con los maestros y videoconferencias con otros alumnos, así como proporcionar recursos a los padres y cuidadores que asumen el papel de maestros durante los cierres de escuelas.

 

El apoyo de la UNESCO a los gobiernos mientras implementan los cierres de escuelas

La UNESCO brinda orientación para apoyar a los sistemas educativos durante esta crisis a medida que pasan del aprendizaje tradicional al aprendizaje digital, y proporciona recursos educativos digitales gratuitos y un repositorio de plataformas nacionales de aprendizaje diseñadas para apoyar la continuidad de los estudio basados en los currículos. Más información sobre la respuesta de la UNESCO a la crisis de COVID-19 está disponible aquí.

A través de su Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), también proporciona a las autoridades educativas cooperación técnica para la planificación sensible a las crisis. Esta puede ayudar a abordar todos los desafíos relacionados con la provisión equitativa de la educación en tiempos de crisis. Dicha planificación no solo ayuda a salvar vidas, sino que puede reducir los costos de recuperación, ya que los funcionarios de educación y los asociados prevén los riesgos y actúan con anticipación.

Sin embargo, este tipo de planificación no debe atorarse con arreglos a corto plazo. Debe avanzar hacia una práctica sistemática de prevención y preparación para las crisis. Para los sistemas escolares, esto significa no solo responder a los desafíos del día, sino también trabajar para prevenir, anticipar, mitigar y recuperarse de las crisis, tanto en la educación como a través de ella.

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