El principal objetivo del Foro Regional de Políticas Educativas es generar un espacio de debate, consulta y reflexión sobre políticas educativas dirigido a los responsables de su formulación en los países de América Latina, de cara a las implicaciones de la Agenda Educación 2030 y en busca de estrategias efectivas para su implementación con el fin de fortalecer las capacidades de los Estados Miembros de la UNESCO en la región.

Este año, el Foro Regional de Políticas Educativas se centrará en los desafíos que enfrentan las autoridades educativas en tiempos de crisis y en cómo estos desafíos pueden ser abordados para avanzar hacia la garantía de una educación inclusiva y equitativa de calidad para todas las personas. Este tema se encuentra alineado con la Agenda Educación 2030, ya que las metas 4.5 y 4.a del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 reconocen la importancia de garantizar servicios educativos en situaciones de crisis.

Los sistemas educativos son la expresión de una larga historia de debates públicos, decisiones políticas, asignaciones presupuestarias y de una gran cantidad de actores que operan en y sobre ellos. Por tal motivo, tienden a ser resistentes al cambio, y la formulación de políticas educativas tiene una dinámica lenta en la que los resultados parecen materializarse solamente a largo plazo.

Sin embargo, hay ocasiones en que estos sistemas de cambio gradual se enfrentan a situaciones extremas que interrumpen significativamente su funcionamiento y pueden amenazar su estabilidad y supervivencia. Estas situaciones extremas, también conocidas como crisis, suelen manifestarse como guerras, conflictos armados y otras formas de violencia, el desplazamiento forzado de personas dentro y a través de las fronteras, emergencias de salud pública, y otros desastres que pueden ser provocados por la acción humana, como la degradación ambiental, o por factores naturales, como los terremotos. Con la excepción de las guerras, todos los sistemas educativos latinoamericanos se enfrentan de manera periódica o permanente a una o más de estas crisis. Independientemente de su origen, las crisis suelen impactar en los sistemas educativos de variadas maneras.

En todos los casos, las crisis reducen la capacidad de los sistemas para brindar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas. Dado que los efectos de las crisis tienden a afectar con mayor intensidad a las poblaciones más vulnerables, las desigualdades en la educación pueden profundizarse.

Existen otras situaciones que también pueden alterar significativamente el funcionamiento y la estabilidad de los sistemas educativos, y que sin embargo no se asocian frecuentemente con el término “crisis” en relación con la provisión de educación, porque tienden a ser estructurales y prolongadas en el tiempo. Sin embargo, sus efectos en los sistemas educativos son igualmente perjudiciales. Este es el caso de las recesiones económicas, que provocan una reducción crítica en el financiamiento de los sistemas educativos, o de los estancamientos o los trastornos políticos, que desestabilizan instituciones esenciales para la gestión de los sistemas educativos, o de problemas estructurales de gobernabilidad, tales como la corrupción endémica.

Cualquier crisis, independientemente de su tipo, requiere una reacción del sistema educativo. Durante una crisis, se necesitan estrategias para mantener un mínimo de servicios educativos para la población afectada y para evitar que sus efectos se extiendan a la población en general. Después de una crisis, es necesario un proceso de recuperación, para regularizar la oferta de servicios educativos lo antes posible y para restablecer el cumplimiento del derecho de los ciudadanos a la educación. De todo lo anterior se sigue que los desafíos que representan las crisis para los sistemas educativos solo pueden superarse si se anticipan y se reduce su riesgo a través de medidas de prevención, respuesta y mitigación. Por lo tanto, la planificación de políticas educativas con sensibilidad a las crisis busca desarrollar resiliencia en los sistemas educativos y tomar medidas preventivas que mejoren la capacidad de reaccionar ante crisis futuras.

El Foro Regional de Políticas Educativas se inscribe en el conjunto de acciones que la UNESCO viene realizando como estrategia de fortalecimiento de los Estados Miembros frente a los desafíos que se desprenden de las metas y los compromisos de la Agenda E-2030.

Es por ello que esta iniciativa se organiza conjuntamente con la Sección de Asociaciones de Colaboración, Cooperación e Investigación de la División de Apoyo y Coordinación de la Agenda de Educación 2030 de la UNESCO, la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO (OREALC/UNESCO), el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS), y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO (GEM).

1. Generar un espacio de debate y reflexión en torno a los desafíos que representa la entrada en vigencia y aceptación de la Agenda E-2030 por parte de los países de la región, así como a estrategias de implementación de políticas orientadas a garantizar equidad e inclusión educativa.

2. Mantener una red de autoridades educativas de la región, orientada a establecer un espacio permanente de consulta, cooperación e intercambio de experiencias para fortalecer las capacidades de los Estados Miembros en planificación y gestión de políticas educativas.