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Día de la Educación: para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz
El mundo celebra el 24 de enero con foco en las "4P" de las que depende el futuro
Niños estudiando

El 24 de enero, el mundo celebra por segunda vez el Día Internacional de la Educación, una jornada proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2018 con el propósito de reconocer a la educación como pilar del bienestar humano y el desarrollo sostenible.

Este año, la celebración hace hincapié la importancia del aprendizaje como herramienta para el empoderamiento de los pueblos, la preservación del planeta, el desarrollo de la prosperidad y la promoción de la paz, recordando el papel de la educación como derecho fundamental y bien público.

Las llamadas "4P" ponen de relieve la naturaleza integral de la educación, sus objetivos humanistas, así como el papel central que desempeña en la realización de nuestros anhelos colectivos en materia de desarrollo.

"Todos los agentes, ya se trate de dirigentes políticos de alto nivel o de ciudadanos, de Estados y asociaciones, de docentes y padres de alumnos, tienen un papel que desempeñar, a su escala, para que el derecho a la educación sea una realidad para todos." - Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

En su mensaje oficial por el Día Internacional 2020, Audrey Azulay demostró preocupación por la actual crisis mundial del aprendizaje, confirmada por los datos del Instituto de Estadística de la UNESCO. Hoy, 258 millones de niños, niñas y jóvenes aún no asisten a la escuela; 617 millones de niños, niñas y adolescentes no pueden leer y hacer matemáticas básicas; menos del 40% de las niñas en África subsahariana completan la escuela secundaria inferior y unos cuatro millones de niños, ninãs y jóvenes refugiados no asisten a la escuela. 

A diez años del plazo final de la Agenda 2030, este Día Internacional representa un importante llamado a la acción en favor de la educación. De ahora en la adelante, se define “la educación de calidad inclusiva y equitativa y el aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos” como un objetivo en sí, y como medio necesario para acelerar el progreso hacia la consecución de los 17 objetivos de desarrollo sostenible.

 

Las "4P" hacia el futuro

 Los pueblos

La educación como herramienta de inclusión y empoderamiento

La educación ocupa el centro del desarrollo tanto para las personas como para las comunidades. Su misión consiste en ayudar a que cada persona pueda desarrollar
plenamente su talento y alcanzar su potencial creativo, incluida la organización de su propia vida y su capacidad para contribuir a la sociedad. La educación es también un catalizador potente para luchar contra la pobreza y las desigualdades, mejorar la salud y el bienestar y superar las discriminaciones.

Asimismo, desempeña un papel esencial para alcanzar la igualdad de género y permitir que las personas vivan una vida sana y tomen las decisiones informadas, tanto para sí mismas, como para su familia y su comunidad. La educación puede reforzar la democracia y el estado de derecho, y mejorar la igualdad al empoderar a las diferentes poblaciones vulnerables. Por último, la educación nos permite afrontar los desafíos sociales pluridimensionales, tales como la pobreza, las desigualdades sociales y el aislamiento social.

Actualmente, la UNESCO está trabajando para promover la movilidad de los estudiantes mediante la aprobación, en la 40ª reunión de la Conferencia General, de la primera Convención Mundial sobre el Reconocimiento de las Cualificaciones relativas a la Educación Superior

 Prosperidad

La educación es la mejor inversión para el futuro

"La educación es el instrumento más eficaz, a medio y largo plazo, para reducir la pobreza y la desigualdad y favorecer la inclusión social", afirma Audrey Azoulay. La reducción de las diferencias en la educación puede mejorar el acceso de los grupos desfavorecidos a empleos decentes. Un estudio llevado a cabo por la UNESCO indica que si todas las personas lograran completar el ciclo de educación secundaria, como dispone el ODS 4, la pobreza en el mundo podría reducirse a la mitad. La educación queda claramente asociada al aumento de los ingresos de las personas: de 139 países, la tasa de rendimiento por año de escolaridad suplementario se eleva a una media de un 10%. Las tasas de rendimiento son más elevadas en los países pobres que carecen de mano de obra calificada.

  Planeta

Sólo la educación tiene el poder de producir cambios de comportamiento duraderos

Las actividades individuales y colectivas ejercen una fuerte presión sobre el planeta y las formas de vida a las que este da cabida. De manera cada vez más apremiante, los científicos nos recuerdan que la supervivencia de la especie humana se encuentra amenazada si no ocurren cambios significativos en los
modelos actuales de desarrollo, que provocan la degradación medioambiental, la pérdida acelerada de la biodiversidad y los cambios climáticos.

Las oportunidades de aprendizaje formal, no formal e informal pueden desempeñar un papel primordial en las transformaciones necesarias para construir las sociedades más sostenibles desde el punto de vista medioambiental, en paralelo a las iniciativas tomadas por parte de los diferentes gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. La educación configura los valores y los puntos de vista, y contribuye también al desarrollo de las competencias, los conceptos y las herramientas que pueden ayudar a invertir o erradicar las prácticas no sostenibles y permitir que los seres humanos vivan en mejor armonía con la naturaleza. 

  Paz

La educación es la piedra angular de la paz

Como lo describe Azulay, la educación para la ciudadanía global que promueve la UNESCO está anclada en la idea de que "la educación es una apertura hacia los demás, un camino de inteligencia que conduce al entendimiento intercultural, a la reconciliación y a la fraternidad".

La violencia continua y los conflictos armados afectan a todos los derechos humanos e infringen muy a menudo el derecho a la educación. Para prevenir la violencia y construir una paz sostenible, es necesario disponer de instituciones democráticas y representativas, así como de sistemas jurídicos que funcionen correctamente. La educación es una condición previa de la participación política, la inclusión, la promoción y la democracia.

En el mejor de los casos, la educación puede catalizar y consolidar la paz, en particular cuando el acceso a esta es equitativo. Un estudio reciente basado en datos sobre 100 países a lo largo de más de 50 años arrojó que en aquellos en los que las diferencias en el ámbito educativo eran más significativas tenían mayor riesgo de verse afectados por conflictos.

 

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Visite el sitio oficial del Día Internacional de la Educación 2020

Resolución 73/25

Mensaje de Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

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