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El mundo conmemora el día del sistema de lectura y escritura en Braille
Desde la Oficina para América Latina del IIPE UNESCO concientizamos sobre la importancia de construir un sistema educativo verdaderamente inclusivo, en el que se contemplen las necesidades individuales de todos los niños, niñas y adolescentes.
Mahesh Yadav, de 13 años, leyendo una versión en braille de la Convención sobre los Derechos del Niño

© UNICEF / UNI78250 / Khemka

El Braille es un medio utilizado por las personas ciegas o con algún tipo de discapacidad visual para leer, comunicarse y, por lo tanto, acceder a la educación. Consiste en un sistema táctil de puntos que se utilizan para representar letras, números, notas musicales, símbolos matemáticos y científicos. Desde hace tan sólo dos años, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 4 de enero como el Día mundial del Braille para poner de manifiesto la importancia de este medio para que las personas ciegas y con deficiencia visual puedan acceder a la información, a la educación y a la libertad de expresión.

Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1.300 millones de personas en el mundo tienen algún tipo de discapacidad visual (OMS, 2018). La discapacidad es un factor de exclusión que requiere de respuestas específicas para garantizar la igualdad de derechos y oportunidades. Con este mismo espíritu fue adoptada la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006), a fin de promover los derechos y el bienestar cara a la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

El día mundial del Braille nos da la oportunidad de sensibilizar a la comunidad internacional, los gobiernos y los medios de comunicación sobre la necesidad de ampliar las políticas públicas hacia las personas con discapacidad. Desde la Oficina para América Latina del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO señalamos la importancia de desarrollar más y mejores políticas educativas que garanticen la inclusión de las personas con discapacidad visual en la región.

Pensar la discapacidad —y otros factores de exclusión— en un paradigma de educación inclusiva implica reconocer que existen múltiples y diversas razones por las que una persona puede requerir una educación que sea sensible a sus características y a sus necesidades de aprendizaje.

A estas razones se le suma la crisis causada por la pandemia de la COVID-19, que profundizó la desigualdad en el acceso a oportunidades de las personas más vulnerables y puso en evidencia la necesidad de generar acciones que compensen y reviertan la profundización de las desigualdades.

En el IV Foro Regional de Políticas Educativas del IIPE, celebrado a mediados de noviembre de 2020, la discapacidad como factor de exclusión en la educación ocupó un lugar central. Durante el evento, diversos especialistas de América Latina en temas de inclusión educativa en personas con discapacidad expusieron sobre la importancia de un cambio de paradigma del sistema educativo. En términos generales, se planteó una transformación hacia un sistema inclusivo, donde los métodos de enseñanza, planes de estudio y materiales sean flexibles y respondan a las necesidades, intereses y habilidades de cualquier estudiante. En ese sentido, se enfatizó en que la educación debe centrarse en las necesidades individuales, promoviendo que los estudiantes cuenten con condiciones, equipos y materiales accesibles, habilitando su participación con igualdad de oportunidades.

En el día mundial del Braille, concientizamos sobre la importancia de construir sistemas educativos verdaderamente inclusivos, en los que se contemplen las necesidades individuales de niños, niñas y adolescentes con discapacidades visuales.
 

  Conozca más
 

Acceda aquí al resumen del panel “Educación y discapacidad” del Foro Regional de Políticas Educativas 2020: inclusión y educación en tiempos de post-pandemia.

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