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¿Cómo se pueden implementar políticas digitales educativas para superar la crisis de aprendizajes en la región?
Durante la última jornada del Foro Regional de Política Educativa 2022, los participantes invitados conversaron sobre las mejores formas de enfrentar la crisis de los aprendizajes en América Latina y el Caribe a partir de las tecnologías digitales.
Estudiando con una notebook.

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El cuarto taller del evento organizado por el IIPE UNESCO y OREALC/UNESCO Santiago, reunió a autoridades estatales y escolares de 29 países de la región. Este espacio fue moderado por la vicepresidenta académica en EduTech Centroamérica y ex viceministra académica del Ministerio de Educación de Costa Rica, Melania Brenes. El objetivo de esta sección fue analizar e identificar los desafíos y recomendaciones más apremiantes para la implementación de políticas digitales educativas en la región.

Para reducir las desigualdades y mejorar la calidad educativa, se plantearon tres objetivos principales: alcanzar mejores aprendizajes, generar cambios pedagógicos y lograr la innovación organizacional. Sin embargo, para esto, los programas, proyectos e iniciativas actuales en materia tecnológica no presentan un escenario homogéneo.

Durante el taller, se propusieron algunos ejes que deben ser tenidos en cuenta para pensar las políticas digitales en educación: la innovación, la transversalidad, la articulación, la sostenibilidad y el contexto. A partir de ellos, los participantes profundizaron sobre los principales desafíos que enfrenta el uso tecnológico en la escolaridad, e idearon recomendaciones para el futuro.

Sobre la dimensión de innovación, se señalaron cuatro puntos fundamentales. En primer lugar, la importancia de tener un horizonte claro y de definir los ejes pedagógicos a impactar a través de las TIC. Al mismo tiempo, la necesidad de contar con recursos de calidad y tener claridad respecto a cuáles son los temas insoslayables que deben ser tenidos en cuenta sin excepción en las políticas digitales. Algunos de ellos son el uso ético, seguro y responsable; la ciudadanía digital; y la ciberseguridad. Por último, se consideró de gran relevancia el no volver atrás, reconociendo que el aprendizaje virtual o híbrido puede generar condiciones de aprendizaje extendidas fuera del aula para complementar el trabajo presencial.

Respecto a la transversalidad, los especialistas y tomadores de decisión allí presentes acordaron que se deben definir prioridades en la construcción de infraestructura tecnológica y que también debe desarrollarse una visión país elaborada a partir de la universalización de los dispositivos y la conectividad. En lo que refiere a la articulación, el rol docente activo fue definido como una herramienta clave en la construcción de intervenciones educativas con las TIC. También se analizó la dimensión de contexto y los participantes concluyeron que los planes de acción deben reconocer las condiciones de adaptación y requerimientos de cada escenario.

El último eje que se trabajó se relaciona con la sostenibilidad, donde se se consensuó que es indispensable contar con recursos financieros suficientes y con una asignación pertinente de acuerdos a resultados y necesidades. Al mismo tiempo, no se dejó de lado la importancia de que las iniciativas de educación sean longitudinales, ya que la intervención debe pensarse como algo sostenible en el mediano y largo plazo.

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